En la preparación física podemos escoger entre múltiples metodologías para capacitar a nuestro cuerpo de cara al rendimiento y a la protección de las distintas estructuras involucradas en el juego. Sin embargo la virtud reside en combinarlas de tal forma que cada método de entrenamiento refuerce un aspecto deportivo importante. Hoy toca hablar sobre una práctica física de amplia repercusión en los últimos años: el entrenamiento funcional. Sus beneficios también son trasladados al pádel cuya exigencia muscular puede relacionarse estrechamente con las posibilidades que el entrenamiento funcional nos ofrece. Quédate con nosotros para saber más sobre este tipo de ejercicios y cómo repercutirá en tu juego.
EL ENTRENAMIENTO FUNCIONAL
Definido por múltiples autores podríamos englobar el entrenamiento funcional como un método que trata de reproducir los gestos que se desean entrenar, bien sean movimientos de la vida diaria o gestos técnicos de una disciplina deportiva. Partiendo de esa base se establecen ejercicios que engloben a múltiples grupos musculares sin un contenido totalmente analítico en el proceso, buscando en buena medida la globalidad del movimiento.
Aunque son muchas las propiedades que caracterizan a este tipo de entrenamiento, podríamos establecer las características principales de la funcionalidad en el siguiente listado:
- Control del propio cuerpo de una manera automática.
- Movimientos poliarticulares.
- Objetivos de acondicionamiento tanto de coordinación intramuscular como intermuscular.
- Transferencia.
La variedad de materiales que acompañan al entrenamiento funcional hace incrementar la eficacia de su aplicación. Aunque no es imprescindible sí es recomendable utilizar dispositivos de creciente expansión en la última década como TRX, Bosu o Fitball. Sus beneficios no afectan únicamente al rendimiento deportivo, sino que también tendrá una repercusión totalmente positiva sobre la prevención de lesiones.
APLICACIÓN EN EL PÁDEL
La motricidad de este deporte obliga a planificar una compleja preparación física donde estén presentes distintas condiciones como la fuerza, la coordinación, la agilidad, la velocidad, los reflejos… Gran parte de estas condiciones pueden lograrse con el entrenamiento funcional. Un jugador de pádel necesita imprimir la suficiente fuerza a la bola para colocarla donde desea, pero también la agilidad de desplazarse por la pista rápidamente. Las características funcionales de este tipo de entrenamiento lo hacen imprescindible específicamente en el pádel.
Es, sin duda, la mejor opción el ejecutar movimientos con nuestro propio peso corporal que, al fin y al cabo, es el que tenemos que utilizar en una situación real de juego. Pero la razón más importante de la aplicación del entrenamiento funcional en el pádel es que en la mayoría de los ejercicios que se consideran funcionales involucran una de las estructuras más importantes en dicho deporte: el core. Su fortalecimiento es imprescindible para realizar todos los golpeos o para moverse velozmente de un sitio a otro. A continuación os dejamos un vídeo para que veas un ejemplo de esta metodología aplicada al pádel.

El entrenamiento funcional es un eficaz método para la preparación física del jugador, pero debe combinarse correctamente con otro tipo de trabajos. Es por ello que te aconsejamos seguir leyéndonos cada semana para situar tu rendimiento por encima del contrario.