El pádel se caracteriza por una confluencia de condiciones físicas que determinan el éxito deportivo, como la potencia, la velocidad o los reflejos. Pero también influye una de las aptitudes menos trabajadas en el ámbito de la actividad física, la flexibilidad. Existen técnicas específicas para su desarrollo que deben aplicarse periódicamente para un mantenimiento de la misma, una pauta que determinará en buena medida la prevención de lesiones. Si quieres tener una salud muscular acorde al deporte que practicas no te olvides de entrenar la flexibilidad con los estiramientos básicos.
La importancia de la flexibilidad
Una primera razón para elongar nuestros músculos es la transferencia positiva que ello tendrá a nuestro juego. La principal consecuencia es que se incrementará el rango de movimiento en la mayoría de gestos técnicos que componen el pádel y se mejorarán aspectos como el golpeo o la llegada a zonas comprometidas. Así la articulación realizará su movimiento sin forzar al músculo en exceso.
La segunda razón se relaciona con la explosividad que caracteriza al pádel. Nuestros músculos tendrán que realizar esfuerzos intensos de forma veloz y sin una correcta flexibilidad los grupos musculares podrían sufrir lesiones comunes como las sobrecargas. También ayudará a prevenir la tendinitis que tan presente está en este tipo de deportes.
La tercera razón radica en la capacidad del músculo de producir una mayor cantidad de fuerza cuando posee una elongación óptima al tener una mayor coordinación intramuscular. El rendimiento de nuestro sistema músculo-esquelético se verá notablemente favorecido cuando los niveles de flexibilidad son los adecuados.
Como trabajar la flexibilidad
Como he dicho anteriormente existen múltiples métodos para desarrollar la flexibilidad en los deportistas. Comenzamos con los estiramientos estáticos (sin movimiento), la opción más conocida dentro del mundo de la actividad física pero no la más eficaz en determinadas ocasiones. Distinguimos entre dos tipos:
- Estiramientos estáticos activos. Se estira la musculatura antagonista sin la ayuda externa de un compañero, pared, etc.
- Estiramientos estáticos pasivos. Estiramiento del músculo antagonista con la ayuda externa de cualquier elemento.
Este tipo de estiramientos es recomendable efectuarlos después de la sesión pues no se han demostrado resultados positivos cuando se realizan antes de efectuar la actividad. Contribuirán, principalmente, a la recuperación y a la elongación muscular en sesiones dedicadas exclusivamente a la flexibilidad.
El segundo método son los estiramientos dinámicos, es decir, con movimiento. Estos son los recomendados en el momento anterior al esfuerzo y requieren unas condiciones para que sean eficaces. Deben recorrer progresivamente todo el rango de movimiento de la articulación, sin esfuerzos balísticos (con rebote) que podrían exceder la capacidad elástica del músculo y derivaría en lesión. Necesita un calentamiento previo de la musculatura y son ejercicios estupendos para mejorar la amplitud de movimiento en el calentamiento de un entrenamiento o partida.
El tercer método, menos conocido pero más eficaz, es la facilitación neuromuscular propioceptiva (PNF) Se define como el estiramiento de un músculo inmediatamente después de la contracción máxima del mismo. Esta forma de estirar necesita ser efectuada correctamente por lo que mi consejo es que solicites la ayuda de un profesional las primeras veces. Las fases son: estiramiento básico durante unos segundos, contracción isométrica máxima del músculo, relajarlo y volver a estirar con un mayor rango de estiramiento. A continuación un vídeo donde se ejemplifica dicha técnica.

