La gran variedad de metodologías existentes en el campo del entrenamiento deportivo nos abre un abanico de posibilidades que nos harán mejorar las capacidades físicas específicas para la modalidad, que en este caso es el pádel. La pliometría es una forma de entrenamiento que tratará de mejorar aptitudes como la explosividad o la potencia que tan necesarias son en las arrancadas o en los sprints cortos del pádel y hoy os enseñaremos cómo trabajarla para que exista la máxima transferencia posible. Dedica sesiones a la preparación física para que tus resultados se reflejen en la pista.

QUÉ ES LA PLIOMETRÍA

Los ejercicios pliométricos se definen como aquellos movimientos que se caracterizan por una contracción excéntrica  en forma de estiramiento a la que le sigue inmediatamente otra contracción concéntrica de acortamiento. Lo que se pretende trabajar es la disminución del tiempo de transición entre ambas contracciones así como la eficacia en el movimiento a efectuar en términos de fuerza aplicada.

Las unidades motoras que intervienen en este proceso neural (ciclo de estiramiento-acortamiento CEA) son mucho más complejas de lo que parece, pero en definitiva su entrenamiento mejorará variables determinantes para el deporte que se practique, sobre todo si los gestos técnicos característicos predominan por la producción de potencia en los miembros inferiores. Trabajar, por tanto, con ejercicios pliométricos será una estupenda opción siempre y cuando se ejecuten correctamente

PLIOMETRÍA APLICADA AL PÁDEL

Resulta evidente que aunque el método sea similar no es lo mismo practicar un ejercicio pliométrico para el baloncesto que para el pádel. El primer tipo irá más encaminado hacia el salto vertical, pero en el caso del pádel los esfuerzos se concentrarán en la producción de la máxima fuerza en el menor tiempo posible. Dicho en otras palabras el objetivo a conseguir será elongar el músculo para, inmediatamente después, producir mayor potencia muscular.

En primer lugar cabe señalar que para la práctica de pliometría no basta con empezar a ejecutar multisaltos, sino que es casi obligatorio poseer un mínimo estado de forma previo antes de comenzar con ejercicios complejos de este método. Puesto que no nos interesa saltar los mismos centímetros que un jugador de baloncesto, y ya que existen distintos tipos de entrenamiento, lo mejor es comenzar con la pliometría de bajo impacto.

Aros, escalera de coordinación o simples marcas en el suelo podrían servir para efectuar el trabajo pliométrico del que hablamos. Los multisaltos son la opción más recomendable para empezar, efectuándolos siempre después de un correcto calentamiento e introduciendo también aspectos coordinativos para trabajar otras capacidades simultáneamente. En el vídeo inferior os dejamos una muestra de cómo ejecutar la pliometría con ejercicios de salto con desplazamientos.

Una vez dominada la pliometría baja podemos dar un toque de calidad a nuestros entrenamientos con la de medio impacto elevando la altura del salto. También es importante remarcar la técnica del salto pues debe efectuarse como si de un muelle se tratase, saltando lo más rápido posible tras el salto anterior. El tiempo entre uno y otro debe ser el mínimo posible.

Ahora que ya conoces el entrenamiento padel pliométrico tienes que aplicar la progresión adecuada y los tiempos de descanso suficientes para recuperar entre las sesiones destinadas hacia tal objetivo. Tu rendimiento se verá mejorado considerablemente con este tipo de trabajo.